Reflexión: ¿Se puede ayudar sin hacer nada…?

 

untitledFrecuentemente relacionamos el hecho de ayudar con algún tipo de acción.  Ayudar a cruzar la calle, a cargar las bolsas de la compra, aconsejar a nuestros amigos en sus problemas, etc. Pero no es necesariamente así siempre. A veces ayudamos mas no haciendo nada que llevando algo a cabo. ¿Quieres saber a que me refiero? continúa leyendo.

En cierta ocasión un cliente se sentó en mi mesa y relató un episodio que le había ocurrido mientras conducía su coche. Al parecer otro conductor realizó una maniobra “absolutamente injusta” y que le había causado “graves prejuicios” a mi cliente (llegar tarde, acelerarse, el susto, etc). Durante veinte minutos no paró de hablar de ello describiendo con toda clase de improperios a aquella persona, a la situación y al mundo en general. Yo permanecí presente, abierto y consciente durante el relato. De pronto paró, resopló y se quedó con la mirada fija en la mesa durante unos segundos…me miró y me dijo “esto realmente no tiene importancia alguna ¿verdad?” a lo que le contesté “no, no la tiene”.

Al día siguiente me preguntó “¿Qué me hiciste ayer?, me quedé muy tranquilo y relajado”. No había hecho nada, simplemente no reaccioné a su historia, no confirmé su verdad, su razón, no alimenté la emoción que generaba esas palabras, tan sólo le di la oportunidad de experimentar ese momento. Para esto es imprescindible no interferir y simplemente estar presente.

En ocasiones dejar que la otra persona “tropiece” en su actos, pensamientos o acciones, es la mejor forma de involucrarle en su propia historia, de obtener el aprendizaje por si mismo. Eso sí, siempre supervisaremos que todo suceda en un contexto de seguridad y ética para que la otra persona experimente su “error” sin correr peligro. Cuando enseñas a alguien a montar en bici ¿crees que llega un momento en el que hay que soltarlos y dejarlos probar sin sujetarlos del sillín?. Y siempre lo harás en un lugar adecuado, durante el tiempo adecuado y de la forma adecuada. De eso se trata.

Te deseo un gran día consciente y dispuesto a  ayudar haciendo o no haciendo.

Yo, aquí y ahora, contigo.

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